viernes, 21 de enero de 2011

Protección del personal y del edificio

La abundante presencia de palomas no sólo perjudica nuestro patrimonio, sinó que conlleva un riesgo para las personas.

En los trabajos de instalación de dispositivos antipalomas , los técnicos deben estar debidamente protegidos para evitar los riesgos de contacto e inhalación. Tanto de la palomina cómo de los restos de las propias palomas (por ejemplo, sus plumas) o de insectos asociados a la actividad de las palomas.

Una vez extraídos los restos, los elementos objetivo de la intervención se protegen correctamente.

En este caso la protección de los elementos ha sido mediante red anti-palomas y varillas anti-paloma. Instalación realizada por Ibertrac

martes, 11 de enero de 2011

Barcelona necesita de la ayuda ciudadana para controlar las plagas


Fotografía de David Rubio de Ibertrac

Barcelona necesita de la ayuda ciudadana para controlar las plagas que le afectan, como las de las palomas, las ratas o el mosquito tigre, ya que las medidas adoptadas hasta ahora se han demostrado “ineficaces” para controlar las colonias, que continúan aumentando de forma preocupante.
La Agencia de Salud Publica de Barcelona reclama la colaboración de los ciudadanos para controlar y disminuir la población de palomas y mosquito tigre porque las capturas y medidas disuasorias realizadas hasta el momento “no han tenido el efecto esperado”, ha asegurado el responsable de zoonosis de la agencia, Victor Peracho.
La colonia de palomas se ha homogeneizado al pasar de 180.000 ejemplares en 1991 a 256.000 en 2008, y alcanza los 6.000 animales por Km. en los distritos de Ciutat Vella y Eixample, una de las densidades mas altas de Europa, cuando lo asumible serian 500 por Km., explica Peracho, que cifra en 200.000 las palomas capturadas en los últimos 18 años.
Peracho acusa a los “alimentadores de palomas” de ser los culpables del aumento de la población y reconoce que a pesar de las capturas, sin la desaparición de los alimentadores “lo único que conseguimos es aumentar los recursos de la colonia”, y admite que el problema “no tiene solución a corto plazo”.
La normativa actual no prohíbe dar de comer a las palomas, sino que la sanción -que va de 300 a 600 euros- se impone por ensuciar la vía publica y a la Guardia Urbana le resulta “complicado” enganchar in fraganti a los alimentadores.
Este verano el ayuntamiento ha puesto en marcha una prueba piloto en Sant Andreu y Nou Barris repartiendo folletos e informando a la población de los perjuicios de alimentar a las palomas, como el deterioro de los edificios o el riesgo de transmisión de enfermedades a los humanos como la salmonelosis, porque “es mejor sensibilizar que sancionar”, añade Peracho.
Artículos La Vanguardia
Autor:Maymeneses

jueves, 6 de enero de 2011

Loros y cotorras se expanden por Barcelona


Cotorras de Kramer en Barcelona, W.Commons

Barcelona acoge en su paisaje urbano a siete especies de loros y cotorras que se han aclimatado en la ciudad hasta criar con naturalidad. Estas simpáticas pero ruidosas aves empiezan a percibirse como plaga cuando se reproducen en exceso y se expanden hacia zonas agrarias.

A las habituales y ubicuas cotorras argentinas, observables desde hace dos décadas cerca de cualquier palmera, se han sumado en los últimos años otras cinco psitácidas, como se llaman técnicamente los miembros de esta vistosa familia de aves. Según el ornitólogo Ricardo Ramos, la última ha sido la cotorra de Nanday (Nandayus nenday) que pueden verse formando grupos de 5 a 10 individuos.


Las nuevas psitácidas aún son escasas, pero ya están documentadas tanto por el Institut Català d'Ornitologia (ICO) como por la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife). Además de la cotorra de Nanday, las especies con reproducción segura son la cotorra de Kramer -con presencia constante desde hace al menos tres décadas- y la cotorra de cabeza azul (Aratinga acuticaudata), la cotorra mitrada (Aratinga mitrata), la cotorra de máscara roja (Aratinga erythrogenys) y el lorito del Senegal (Poicepahlus senegalus).

También hay constancia de ejemplares sueltos de diversos periquitos, cacatúas y loros agapornis, aunque sin reproducción. En cuanto a cotorras argentinas, su población se estima en 2.000-3.000 individuos.

Los loros y las cotorras sobreviven con cierta facilidad porque han desarrollo unos hábitos alimentarios poco selectos. Comen sobre todo dátiles y frutos del almez, pero pueden alimentarse igualmente de restos de alimentos humanos, de corteza de eucalipto y hasta de bayas del ciprés. Otro factor determinante en su expansión es la ausencia de depredadores, que tan sólo es el escaso halcón peregrino.

A parte de sus gritos estridentes y las molestias que pueden generar sus enormes nidos, las cotorras se convierten en plaga cuando se reproducen en exceso y se expanden hacia zonas agrarias, como empieza a suceder en algunos cultivos del Baix Llobregat.

Barcelona es la ciudad europea con un mayor número de variedades de reproducción segura. Todas las psitácidas son ejemplares escapados de jaulas particulares o liberados inconscientemente, más sus descendientes. Joan Carles Fernández Ordóñez, especialista en aves exóticas de SEO-Birdlife, recuerda que el fenómeno de Barcelona es común a otras grandes ciudades mediterráneas y considera que la gran diversidad puede obedecer simplemente a que hay más compradores caprichosos. No obstante, no descarta la influencia que puede tener la presencia de un puerto y un aeropuerto importantes, así como de parques urbanos con muchos árboles exóticos.
Fuente: El Periódico
Fuente: Higiene Ambiental

domingo, 2 de enero de 2011

¿La reintroducción de predadores puede ser la clave en el control de aves-plaga?

¿Puede ser el futuro del control de aves urbanas?

Del artículo se desprende que a la larga o a la corta nuestras ciudades acogerán a los halcones, pero que difícilmente serán un factor determinante en el control de las aves-plaga.
(Fotografía del artículo)

Me temo que el número de palomas y cotorras de nuestras ciudades, sobrepasa en mucho lo que necesitan para alimentarse los halcones. La población de predadores debería ser tan importante en un espacio reducido, que no lo hace posible, ya que los halcones son eminentemente territoriales y no toleran la competencia en su ámbito de influencia...
así que tendremos que seguir luchando, reduciendo fuentes de alimento, protegiendo nuestros edificios (reduciendo hábitat), en algunos casos capturando y porqué no, aliándonos con los halcones.