lunes, 12 de abril de 2010

Parasitología


El otro día me llamaron porqué en un despacho les caían unos insectos, contínuamente. Mi profesión en control de plagas, abarca no sólo a las aves, sinó también a los insectos. Capturé un par de ejemplares para identificar la plaga y... ¡Bingo! Era la desagradable mosca-piojo, Pseudolynchia canariensis, parásito de las palomas.

Pude observar que sobre las oficinas tenían una serie de orificios de ventilación de la cámara de aire. En la cámara vivía una familia de palomas, con ciertas complicaciones pudimos extraerlas sin dañarlas y solucionamos el problema.

Esta entrada viene al caso en poner de manifiesto que las palomas en ciudad son realmente un vector de plagas y de enfermedades. Es necesario que vivan, pero sin interferir en la vida de las personas puesto que a corto o a medio plazo pueden comportar un problema grave. Y cómo dije en anteriores ocasiones, las capturas municipales deben ir acompañadas obligatoriamente con la reducción de su hábitat. Es decir con la protección de edificios y fuentes de alimento.
Quiero agradecer al Sr. Sergio Escoz Cubero la imagen que ilustra esta entrada, proviniente de su ficha técnica en power point que se puede encontrar en internet fácilmente (link de su power point). Solo comentar que sus sistemas de tratamiento propuestos no pueden emplearse en Europa.